La fría mañana se cierne sobre mi ser. Mis sentidos se apagan; dejan de fluir. Me ahogo, pero sigo siendo consciente. Algo me dice que espere. ¿Será lo que queda de mi yo optimista? Espero que se trate de algo más real. De algo de luz en esta oscuridad. De algo de paz que aplaste el ansia. De algo de miedo que aparte el valor que aquí me ha conducido. Sí, eso. Pero quizás necesite más valor aún para volver a encontrar la claridad. Estoy confuso. Bueno, podría intentarlo, pero es la barrera de la ignorancia externa la que oprime. Sublime se alza ante mi valor, pero adelante he de marchar, dispuesto a atravesar ese muro en el que otros muchos como yo ya cayeron anteriormente.